El tamaño de nuestros oponentes en el continente es sin duda una desventaja pero podemos combatirla con trabajo en equipo, fundamentos y astucia. |
Recién terminó el Campeonato FIBA Américas Sub-18 y México, hay que decirlo, tuvo un pobre desempeño con tan solo una victoria en los seis encuentros disputados. Y aunque hubo varios aspectos muy positivos en este grupo de chavos, pues nos queda la impresión de que los resultados no fueron lo mejor que pudieron ser.
Que perdimos… sí.
Que se pudo jugar mejor… por supuesto que sí.
Que ciertos chicos tuvieron la culpa. Que el coach tuvo la culpa. Que los directivos tuvieron la culpa…eso no se los voy a contestar pero trataré de explicárselos lo mejor que pueda.
Señalar es fácil. Puede hacerlo cualquiera y vamos que en México eso de señalar se nos da. Hasta me atrevería a decir que somos especialistas en “hacer leña del árbol caído”. Pero antes de crucificar a estos chicos quienes dejaron el alma en la duela con gran valentía y corazón me gustaría recordarles varios mitos que han existido en el baloncesto mexicano por muchos años y que siendo honestos todas estas falsas ideas no han servido nunca para nada. Sin embargo las mantenemos ahí en la seguridad de una eterna utopía que jamás se cumplirá. “Somos los peores pero si hiciéramos lo que se necesita seríamos los mejores” Tristemente nos conformamos con la ilusión de una posibilidad que nunca ocurrirá si no se trabaja para hacerla realidad.
Primero que nada… ¿Por qué perdemos?
¿Es porque somos pequeños? ¿Es porque somos malos? ¿Es porque no tenemos fogueo? ¿Es porque no escogemos a los mejores? ¿Es porque nos ponemos nerviosos?
¿Por qué perdemos?
Todos y cada uno de los millones de practicantes, expertos, no expertos y fanáticos del baloncesto en México tendrán su propia versión de respuesta para esta pregunta y todas esas versiones por más ilógicas que parezcan son muy respetables en el sentido estricto de buscar una mejoría para nuestro desempeño internacional.
Lo que ya me parece totalmente irracional es seguir viviendo de esos mitos en los que nos escudamos para decir que somos “El Gigante Dormido de América en el baloncesto” por el gran potencial que “supuestamente” tenemos.
Ese “potencial” particularmente opino que hay que ponerlo en perspectiva.
Y hay ciertos mitos en México que nos mantienen con una venda en los ojos y no nos permiten darnos cuenta de la realidad de nuestro deporte. Me gustaría hablarles acerca de cinco falsos mitos que solo hacen daño al baloncesto mexicano:
Mito #1
“En México hay talento de sobra y si se hiciera un buen scouteo y se escogiera a los mejores jugadores haríamos un mejor papel”
¡ESTO NO ES VERDAD!
No basta con hacer un gran scouteo. Para empezar… ¿Cuántos chicos de 2.10 mts conoces en México? Si me dices que más de tres te aseguro que estás mintiendo. ¿Demasiado altos para la morfología del mexicano? Bueno… eso es lo que miden los contrarios.
Ok, siendo más benévolos ¿Cuántos chicos de 2.01 mts conoces? Si me dices que más de 10 te aseguro que sigues mintiendo pero si por un hecho extraordinario conocieras a esos supuestos diez talentos, te aseguro que ocho de esos diez nunca han jugado a un nivel competitivo alto. Recordemos que estamos hablando de un nivel juvenil sub-18.
¿Talento de sobra?
Hablar de “talento de sobra” significa decir que al menos hay 200 o 300 jugadores juveniles con capacidad para competir a un nivel internacional y eso no es cierto al menos en México. Por supuesto que hay chicos talentosos como todos los que integraron la selección sub-18 pero ¿Cuántos de ellos tienen un fogueo de calidad internacional constante? Muy pocos.
Su mejor juego fue ante los campeones. |
El proceso para armar una selección competitiva no es tan simple como cepillar una a una todas las casas y escuelas de México para encontrar chicos con posibilidades de ser talentosos, juntarlos y ponerlos a entrenar durante unos cuantos meses. Ya no se puede hacer así, de hecho, hace mucho que la competencia evolucionó y dejó de hacerlo así y mientras más nos resistamos a aceptarlo seguiremos perdiendo… como hasta hoy.
Nuestro punto más débil en el torneo Fiba Américas Sub -18 no fue haber sido los jugadores más pequeños, nuestro punto más débil fue haber sido los jugadores menos fogueados.
Mito #2
“Nosotros en el pasado le ganábamos a todo el mundo y nos juntaban un mes antes o menos” o “nosotros éramos jugadores más valientes, más listos, más buenos, etc, etc”
Con todo respeto para las grandes glorias de nuestro baloncesto, NO AYUDAN EN NADA LOS GRANDES RECUERDOS DEL PASADO porque la actualidad es totalmente diferente.
El baloncesto de hoy en día es muy distinto al baloncesto de los 80´s o 90´s. Si, por supuesto que se trata de lo mismo meter canastas y que los contrarios no te las metan a ti pero la competencia es mucho muy diferente. El baloncesto es ahora es mucho más atlético, más rápido, más físico y mucho más competitivo. Hoy en día hay chicos de 15 años con cuerpos de jugadores NBA. Los rivales en nuestro continente han evolucionado muchísimo. El problema es que nosotros nos hemos quedado atrás.
No podemos buscar una solución al baloncesto del 2014 pensando en el baloncesto de 1980, hay que evolucionar y si es posible ser innovadores pero no podemos vivir de las viejas glorias y los triunfos que ya son historia y lo peor del caso… historia mucho muy antigua.
Mito#3
“Si juntáramos el talento de los chicos mexicanos en high School con el talento de los chicos mexicanos en las escuelas mexicanas haríamos un trabuco de equipo”
¡¡¡Pero por supuesto que sí!!! Y créanme nadie más que yo desea eso pero esto más que un mito es una utopía. Hasta el día de hoy no existe un grupo de personas en México que se encargue de buscar chicos talentosos en los Estados Unidos. Los muchachos que integraron está selección fueron gracias al aporte de entrenadores mexicanos que trabajan en las high School de Estados Unidos y que trabajaron en conjunto con el coach Sergio Molina como el coach Jesús Aragón en Las Cruces New Mexico quien de manera totalmente altruista aportó lo más que pudo para el fogueo y la conformación de esta selección.
Pero no hay un presupuesto, ni mucho menos una planeación para buscar el talento de los chicos mexicanos en los Estados Unidos. Ni que hablar de un seguimiento de sus carreras. Esa es la realidad. Existe el deseo pero el deseo no puede hacerse realidad mientras se atenga a la bondad de los extraños. Es decir, por supuesto que los coaches mexicanos que trabajan en Estados Unidos quieren aportar al seleccionado nacional, siempre será un honor, pero mientras no exista un grupo de personas en nuestra federación o en nuestro gobierno que se dedique única y exclusivamente a buscar esos talentos, a contactarlos y a darles seguimiento estaremos atenidos a la bondad de lo que algunos coaches nos puedan aportar.
Lo peor del caso es que la gran mayoría de esos coaches darían lo que fuera por trabajar en equipo con los selectivos nacionales. Pero ese no es su trabajo, su trabajo está en sus escuelas, es ahí en donde les pagan y es a ellos a los que tienen que rendirles cuentas. Estos entrenadores por supuesto que pueden y quieren ayudar pero la responsabilidad de hacer un gran seleccionado no es por supuesto de ellos.
Los boricuas y los dominicanos en cambio, buscan hasta en la más pequeña de las escuelas de los Estados Unidos a chicos con posibilidades de jugar en su selección. Acuden a ellos, a sus padres y a sus entrenadores. Tienen un registro y un control de todos esos chavos y por supuesto un seguimiento. Hay un grupo de personas exclusivamente con esa función. Esos chicos compiten constantemente a gran nivel y tienen un fogueo impresionante y cuando acuden a su selección aportan su gran talento.
Mito#4
“Los mexicanos somos pequeños y nunca seremos buenos para el basquetbol”
Obviamente esto más que un mito es una reverenda estupidez. Pero aunque sea un absurdo, los resultados no nos dan argumentos para refutar esta afirmación. La realidad es que si somos más pequeños que los oponentes, el punto es que tenemos que trabajar en los aspectos del juego en los que podemos sacar ventaja. Si no somos los más grandes tendremos que ser los más listos y los más hábiles. Para eso tenemos que hacer un gran trabajo de formación en los chicos. Es decir darles los fundamentos como armas para vencer a su oponente. Entre más recursos para encestar tenga un chico, más difícil será impedir que lo haga. La única manera en que un chico de 2.01 mts pueda anotar sobre un chico de 2.10 mts es utilizando los recursos y fundamentos del juego.
Obviamente esto implica mucho más trabajo y una estrategia de juego distinta a la confrontación uno contra uno en la que por supuesto estamos en desventaja.
Los chicos boricuas mostraron su gran nivel. |
Mito #5
“El que es buen gallo en donde quiera canta”
No siempre es así. Un chico de 2.03 metros de estatura puede ser un fenómeno en las ligas mexicanas pues con solo utilizar su envergadura consigue canastas tomando ventaja de su físico. Pero ¿Qué pasa cuando en una competencia internacional se enfrenta a chicos de 2.15 mts de estatura? Este muchacho tendrá que utilizar los fundamentos y los recursos para poder vencer a sus oponentes más altos y fuertes pero obviamente le costará muchísimo trabajo porque simplemente no está acostumbrado a hacerlo.
Lo mismo sucede con los guardias y los armadores, un chico puede ser una máquina de hacer puntos en México siendo un guardia de 1.90 mts de estatura con cierta potencia y habilidad pues enfrenta a chicos universitarios de cierto nivel pero cuando lo pones a competir contra defensas tan férreas como la de un nivel Pre olímpico su producción baja dramáticamente.
Quiero dejar algo bien en claro, el trabajo de los chicos de la selección sub-18 de México fue más que sobresaliente. Incluso varios de ellos fueron de los mejores jugadores del torneo a pesar de los resultados en equipo. No me parece el momento de señalar quien sí y quien no jugó bien o mal. Lo que sí puedo asegurar es que todos y cada uno de ellos tienen un futuro impresionante en el baloncesto. Pero todo ese futuro no servirá de nada si no se les pone a competir a un nivel internacional. Estos chicos necesitan muchos juegos de calidad. No basta con competir con equipos de la ABE. Ni siquiera contra equipos profesionales en México. Necesitan competir contra chicos de su misma edad pero de otros países. Hay que organizarles torneos internacionales en México, tenemos las instalaciones y podemos hacerlo. Estos chavos son buenos jugadores. Este equipo fue el que menos puntos le permitió a los Estados Unidos e incluso se dio el lujo de ganarle uno de los cuatro cuartos. Por momentos mostró aspectos muy positivos del juego. Es una buena base y un gran comienzo para trabajar a futuro. Pero hay que ayudarles con competencias de calidad más frecuentes para que adquieran ese roce internacional.
No los dejemos al olvido.
No permitamos que los viejos mitos hagan que se pierda esta generación de talentosos muchachos.
Los Mitos no salvarán al baloncesto mexicano… el trabajo sí lo hará.