martes, 3 de junio de 2014

Un diamante escondido en el fondo del profesionalismo mexicano

Por Sergio Morales
Voy a decirlo con todas las letras y sin ningún temor a herir susceptibilidades porque a final de cuentas es solo mi opinión y es únicamente una simple opinión de millones que puedan existir al respecto “José Estrada es uno de los mejores basquetbolistas de esta nueva generación en México” a lo que muchos me responderán:
¿Bueno y porque casi no juega en la liga? O ¿Por qué casi no juega en Cibacopa? ¿Por qué si es tan bueno como dices no puede ser titular en una liga profesional mexicana?
“Ojo” primero que nada hay que recordar que José Estrada es un chamaco de apenas 20 años de edad (recién cumplidos por cierto) y que está en un lugar en el que quizás no debería estar si lo analizamos un poco. José siendo apenas un chico de preparatoria ingresó al profesionalismo (por una extraña razón que todavía no puedo entender) pero por esa razón pues ya no pudo continuar con su carrera universitaria en los Estados Unidos ¿Mala decisión? Terrible desde mi punto de vista pero a final de cuentas fue su decisión ¿Mal informado o mal aconsejado? Definitivamente, también es mi opinión.
Cuanto talento hay en este chico oriundo de los Mochis.

Para mi este chico no debería estar jugando en la LNBP o en el Cibacopa, para mi este chico debería estar brillando con todo su talento en el baloncesto NCAA división I. Compitiendo contra talentos de su edad y siendo observado por el mundo entero. Este muchacho debería estar forzándonos a seguir sus maravillosas estadísticas, emocionándonos noche a noche con sus grandes actuaciones. Créanme he visto muchos, muchos pero muchos chicos mexicanos con talento para el baloncesto en High school y desde mi particular punto de vista José Estrada definitivamente se encuentra en el Top Five de todos los mejores jugadores mexicanos en High School en los años más recientes.
Así de bueno es este chico.
¿Pero si no ha podido triunfar en las ligas profesionales de México como hubiera podido triunfar en la NCAA en Estados Unidos de donde salen la mayoría de los jugadores que juegan en la NBA?
“Ojo” de nuevo, la LNBP no es una liga fácil. Si, reconozco que hay dos o si me apuras hasta tres equipos que no deberían de tener siquiera la etiqueta de “profesionales” pero la gran mayoría son equipos con jugadores de altísimo nivel. Tipos con un colmillo retorcido tan grande que casi les arrastra por la duela. Y sobre todo en la posición de guardia (en donde juega José Estrada) hay incluso jugadores con experiencia NBA tanto en LNBP como en el Cibacopa.
No estoy diciendo que la LNBP o el CIBACOPA tienen mayor nivel que la NCAA claro que no, pero definitivamente estas ligas tienen un camino mucho más complicado y es mucho más difícil la obtención de minutos en duela para un jovencito de 20 años que busca hacer carrera en este deporte.
El gran problema para José Estrada es que todavía es un chico en formación y para su mala fortuna o su mala elección (como quieran llamarlo) decidió venir a formarse en una liga en donde quizás no hay mucho espacio para la formación.
Un jugador profesional recibe un sueldo por el trabajo que desempeña en cancha. Es simple, si juega mucho le pagan mucho y si juega poco le pagan poco. José ha jugado muy poco este año por razones obvias. En ese sentido se le podría calificar como un profesional “no muy bueno” porque no ha rendido aún y así tenga 18, 19 o 45 años da lo mismo, es un jugador profesional.
¿Injusto?
Pues no porque aunque Estrada es un jovencito ya tiene (por lo que haya sido) la categoría de profesional y los profesionales no están para aprender sino que están para competir y competir muy fuerte para ganar partidos porque el ganar partidos significa llevar el pan a casa.
Esta es la etapa o el reto más grande al que se enfrenta José Estrada en su corta carrera deportiva, por un lado necesita tiempo para madurar como jugador profesional pero por otro ya debe rendir cuentas como tal.
Los equipos profesionales en México no mantienen chicos durante cuatro años para venderlos en un futuro como lo hacen por ejemplo las fuerzas básicas de varios equipos de futbol soccer. Y esto tiene que ver o va ligado a que muchas de las directivas no saben siquiera si el equipo durará cuatro años. Es más muchas directivas no saben siquiera si volverán al año siguiente.
Y entonces… ¿Cómo le hace un chico talentoso para desarrollarse profesionalmente en el baloncesto en México?
En las ligas mexicanas hay un montón de “factores” que influyen para que sea muy complicado sino es que totalmente imposible que un chico recién egresado de preparatoria pueda triunfar de inmediato. Por supuesto que existen casos de muchachos egresados de universidades que rápidamente impactan en la liga pero son chavos de arriba de 25 años con ya cierta madurez y experiencia y algunos casos hasta con roce internacional.
El juvenil mexicano se enfrenta a los mejores guardias del país.

El principal obstáculo en la carrera de un joven basquetbolista mexicano en México es la pésima costumbre de armar equipos con seis jugadores extranjeros de calidad a los cuales se les paga muy bien y completar el resto del equipo con muchachos universitarios de la localidad a quienes no se les paga o en su defecto se les paga muy poco.
Hablando metafóricamente esta es una de las grandes enfermedades de nuestro baloncesto y veamos algunos de los “malestares” que ocasiona:

1.- El armar un equipo de esta forma genera de alguna manera en el chip de la mayoría de los entrenadores y por supuesto de los dueños que hay que jugársela con los extranjeros que cuestan tanto y por consiguiente los chicos mexicanos solo se utilizan en un caso muy extremo porque no se puede poner en ellos la responsabilidad de un partido.

2.- Esta “estructura de equipo” da como resultado que la mitad de los jugadores en los equipos luche por mejorar en su carrera deportiva mientras que la otra mitad ante la poca actividad solamente “deambule” algunos años por las bancas de la liga sin tener jamás una “consolidación” como jugador profesional y por consiguiente abandone la carrera.

3.- La mayoría de los jugadores (que no juegan) se convierten conforme pasan los años en lo más alejado a un deportista profesional y mucho de ellos perdidos en la imposibilidad de participar en cancha limitan toda su actividad deportiva a los entrenamientos, los viajes, las comidas de hotel y en algunos casos la grilla.

4.- Aquí es el punto en donde se pierde el talento, la esperanza, el corazón y el deseo de los chicos. Hay una enorme diferencia entre ser un jugador con minutos en cancha en un equipo profesional y ser un eterno jugador de banca sin futuro alguno. Los minutos se consiguen con mucho sacrificio y esfuerzo pero con el paso de los años es más complicado pagar ese precio y esto sucede no por la pérdida de cualidades físicas sino por la pérdida de una mentalidad y enfoque correctos.

5.-Al no lograr el objetivo de jugar y al no entender que su camino es hacia el futuro, los jugadores se dejan arrastrar por los fracasados de años anteriores y terminan perdiéndose.
Con los Pioneros de Los Mochis en su ciudad natal.


“Ojo” no hay que perder el enfoque de la calidad y el potencial que tiene José Estrada en este momento.

¿Qué tomó el camino más complicado?
Puede ser, pero también existe la posibilidad de que este chico (y particularmente creo que así sucederá) se vuelva en unos años un auténtico demonio de las duelas como lo era antes con los chamacos de su edad en High School. Si este muchacho sigue trabajando duro y preparándose puede ser que dentro de poco tengamos en México un chico de 22-23 años con gran experiencia y fogueo listo para competir contra los mejores jugadores en el mundo.
Sí, al momento no es una super estrella y puede ser que las ligas profesionales en México le queden un poco grandes, pero es tan solo un poquito grandes nada más. En unos años (y espero acordarme de esto) José Estrada puede ser uno de los mejores jugadores mexicanos en el baloncesto profesional de nuestro país.

El talento está ahí, por lo pronto escondido en la banca de Halcones y Pioneros, pero tarde que temprano brillará… y lo hará intensamente.

2 comentarios:

  1. Lamentablemente esto es una realidad en el Basquetbol profesional mexicano, tomar la eleccion de ser un basquetbolista profesional en nuestro pais es sumamente dificil y comnplicado, toda vez que en nuestras ligas supuestamente profesionales no se cuanta con una estructura suficientemente solida que garantice la estancia y el desarrollo de un jugador profesional, tal es el caso de equipos que participán en estas ligas que no cuentan con el suficiente respaldo economico para subsanar todos los gastos que se generan durante el tiempo que duran los torneos, por otro lado el desanimo y desencanto que viven muchos de los jugadores mexicanos al ser relegados a simples
    observadores de banca o comparsa de jugadores extranjeros que en la mayoria de los casos unicamente vienen pasear y desafortunadamente en muchos de los casos muchos a dejar malos ejemplos a nuestros basquetbolistas locales, evidentemente que todo esto es producto de la mala organizacion y sobre todo de intereses voraces y mezquinos de muchos de los directivos que durante muchos años han manejado los destinos de nuestro basquetbol profesional, lo cual no ha permitido que este deporte tan bello, y que deberia ser toda una potencia por lo menos en America Latina considerando tener como vecino al principal monstruo del basquetbol mundial, no se haya podido lograr, pero en fin nos conformaremos con seguir teniendo estos "garbanzos de a libra " como lo es este chico Jose Estrada, que emergen no como resultado de un trabajo estructurado y bien planificado de nuestro basquetbol nacional, sino como un accidente o circunstancia de conviccion personal.

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  2. Completamente de acuerdo, el segundo mejor canastero de América en el FIBA Américas Sub-18, por encima de jugadores que terminarán haciendo carreras largas en la NBA, José Estrada debió esperar a ver hasta donde podía llegar en EU donde tenía las puertas abiertas, incluso en Junior Colleges si no tenía los créditos suficientes en el aula para basquetbol NCAA, pero eso es una desición suya y él y su familia saben porqué.

    Ojalá que tenga mucha ambición y mucha hambre de éxito, porque si no, como dices, puede perderse en el inmenso bosque de decepciones y abrumantes experiencias que es el basquetbol mexicano profesional.

    Saludos.

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