Por Sergio Morales
México ligó su segunda derrota en el Campeonato Mundial de Baloncesto tras caer 89-68 ante Eslovenia. Anteriormente nuestros 12 guerreros habían sucumbido ante la poderosa Lituania 87-74. El equipo tricolor se encuentra al momento en el quinto lugar del grupo D en el que solo supera a Corea por diferencia puntos aunque ambos tienen dos derrotas y por consiguiente dos puntos. De esta manera México está debajo de Lituania y Eslovenia quienes al haber ganado ambos partidos permanecen con cuatro puntos mientras que Australia y Angola se mantienen con tres puntos al tener una victoria y una derrota.
Lituania está en el Top Five de las mejores selecciones en el mundo y aunque estuvimos muy cerca no pudimos contrarrestar su poderío. Cuando los gigantescos lituanos se aplicaron en la defensa sobre Paco Cruz y Jorge Gutiérrez (que eran los que más daño les estaban haciendo) no salieron a pedir el balón gente como Orlando Méndez, Román Martínez, Héctor Hernández, Paul Stoll, Pery Meza, Adam Parada o el mismo Ayón para tener otras opciones de ofensiva. No las tuvimos y perdimos el balón. Los Lituanos por el contrario al hacer sus cambios la banca le proporcionó los puntos y la movilidad que buscaban. Obviamente que ellos tiene ventaja en estatura, la realidad es que los lituanos más altos miden 2.13 y los mexicanos 2.03 por lo que la diferencia es muy marcada. Por esa razón el coach apostó por un sistema de juego que puede compensar un poco esa desventaja y al principio funcionó pero no pudimos sostener el ritmo de juego en ambos lados de la cancha. Contuvimos a sus titulares y su banca nos hizo mucho daño mientras que ellos contuvieron (en la segunda mitad) a los que estaban siendo nuestros mejores hombres y ya no tuvimos más opciones.
Contra Eslovenia sucedió algo parecido, los eslovenos no son tan poderosos en la tabla como los lituanos pero su defensa de rotación es simplemente impresionante. Sus guardias son mucho mejores que los lituanos y los hermanos Dragic estuvieron fenomenales y nos hicieron mucho daño. Nunca pudimos contenerlos en casi todos los duelos individuales resultaron más altos, más rápidos y a veces hasta más habilidosos. México totalmente opuesto al primer partido tuvo en Ayón a un titán que los eslovenos simplemente no podían contener. Los llenó de faltas a todos y fue el mejor anotador del encuentro por ambos bandos con 23 anotaciones. Pero al mismo tiempo Jorge Gutiérrez nunca apareció en el encuentro y tampoco aparecieron los mismos que pedíamos en el encuentro anterior (Orlando Méndez, Román Martínez, Adam Parada, Héctor Hernández, Paull Stoll, Pery Meza).
Es muy importante notar que en las dos derrotas el mejor anotador del partido por ambas escuadras fue un jugador mexicano, ante Lituania Francisco Cruz fue un monstruo con 21 puntos y ante Eslovenia Ayón hizo lo propio con 23. Es decir, las dos veces que hemos perdido hemos tenido al jugador más productivo en la cancha.
Si tenemos al jugador más productivo individualmente en la cancha la única forma en la que podemos entender la derrota es darnos cuenta que el resto de nuestros jugadores produjo muy poco o casi nada y los jugadores del equipo contrario cumplieron al menos con una producción promedio ya que no olvidemos que el que más anotó fue nuestro jugador.
Todos podemos tener un mal partido, le sucedió a Gustavo Ayón ante Lituania y le sucedió a Jorge Gutiérrez ante Eslovenia pero la fortaleza de los equipos (sobre todo a este nivel) se basa en la profundidad de sus elementos productivos y México no los está teniendo.
Bendito dios que Francisco Cruz está jugando a un nivel NBA porque de no ser por este chico estaríamos por debajo de Corea en el fondo de la tabla. No podemos seguir jugando así, y no creo que sea el momento de decir “necesitamos a fulano o sutano” ni tampoco pienso que debamos aceptar nuestro “supuesto lugar” en el mundo del baloncesto ante potencias de primer nivel y decir “está bien perder ante estos tipos súper poderosos”.
Por supuesto que no.
Este equipo necesita ayuda de este mismo equipo. Ellos lo han demostrado antes, estos chicos en verdad juegan bien al basquetbol. El Orlando Méndez que conozco es diez veces mejor que el Orlando que vi ante Lituania y Eslovenia. Héctor Hernández necesita volver a ser el mismo Héctor Hernández que te mata a larga distancia y defiende y rebotea como un salvaje. Román Martínez tiene que ser esa triple amenaza que todos conocemos. Necesitamos a ese Paul Stoll que se prende y anota desde muy larga distancia y reparte juego con gran ventaja para sus compañeros.
Es un caso distinto con Ramos y Zamora porque son jugadores de rol, muy importantes también, pero no se les puede cargar a ellos el peso de la ofensiva. Ni hablar del chico Israel Gutiérrez quien no tiene este tipo de experiencia internacional.
Necesitamos que nuestros doce guerreros recuerden que tipo de jugadores son y se atrevan a intentar el uno vs uno ante estos jugadores en este mundial. Se puede, claro que se puede, Francisco Cruz lo está haciendo y de qué forma. Tenemos jugadores de ese nivel, claro que sí, es solo que no están intentando hacer lo que saben hacer. No están siendo ellos mismos. No se están atreviendo. Tienen tanta preocupación por hacerlo bien que se están olvidando de disfrutar el juego. Hay que recuperarlos mentalmente para que puedan hacer su juego. Ellos han enfrentado jugadores más altos, más fuertes y más rápidos en el pasado y lo han hecho de maravilla.
No es una cuestión de gritarles y decirles “Muévete más o pelea más” no hay que confundirse, estos chicos dejan la vida en la cancha si se los pide el coach.
Me parece que hay que encontrar la manera de que estos chicos se quiten un poco esa inmensa presión que les impide desarrollar su mismo juego.
Lo que han hecho estos chicos al llegar hasta este Mundial es muy meritorio pero no tiene por qué ser esa su máxima hazaña. Es durísimo escuchar que teníamos 40 años de no llegar a una justa de esta envergadura pero he visto el juego del resto de los equipos y estoy seguro que el juego de nuestros 12 guerreros es del mismo nivel. Hemos estado ahí cerca durante lapsos de ambos encuentros y luego nos hemos desplomado porque a diferencia del Premundial en donde los chicos jugaron con descaro aquí nadie se atreve a salirse del esquema y casi nadie intenta aportar ofensivamente por ejemplo en el uno vs uno.
Si nuestros 12 guerreros hacen en la cancha lo que saben hacer, olvídense de acciones maravillosas y jugadas espectaculares, solo lo que saben hacer, estoy seguro que México ganará varios encuentros en este mundial.
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