lunes, 26 de mayo de 2025

Entre clavos, maderas y palabras

¿Cómo llegué aquí? No hace mucho era la gran estrella del baloncesto estudiantil en mi natal estado. El tiempo pasó tan rápido que parece que lo perdí. Tuve buenos momentos si lo quiero ver así pero ya nada existe. Nunca me gustó que me llamaran licenciado. Tampoco disfruté ordenarle a otras personas lo que debían hacer. Me he dado cuenta que a la experiencia le gusta más enseñarme lo que no me gusta hacer quizás para que no lo haga más. Desafortunadamente no siempre hay opciones.

Crear es mucho mejor que destruír o al menos es más gratificante. Cuando elaboro un plan para crear cualquier cosa, un escrito, un mueble, un platillo de comida incluso siendo el peor cocinero de la historia de mi cocina. El sentimiento es siempre de mejoría, ánimosidad y hasta me atrevería a decir que de esperanza. Me invade la sensación de que en cuanto terminé mi proyecto "todo estará mejor".

Soy carpintero. Y me cuesta mucho categorizarme como tal porque en mi concepto soy totalmente distinto al tipo de "carpintero" con el cual crecí. Nací en 1974 y a mediados de los 80`s y 90`s todavía mi mundo entero asociaba un carpintero tradicional a Pedro Infante cantando "amorcito corazón" y gritando "torito". De hecho en la actualidad tengo amigos de mi época que cuando les comento a lo que me dedico disfrutan enormemente burlarse de mi parodiando a Pedro Infante. Lo confieso, los odio un poco.

Ser carpintero hoy en día es mucho más complejo de lo que se puede llegar a pensar. El martillo y los clavos practicamente son cosa del pasado. Ahora todo es electrico y últimamente computarizado. Las puertas que antes nos costaba elaborar en toda una tarde o incluso el día entero ahora se fabrican en 10 minutos. Hay sierras para todo tipo de cortes y maquinarias para todo tipo de caprichos. Hoy en día el carpintero es tan bueno de acuerdo a la maquinaria que posee para realizar el trabajo. Por supuesto que está el ingenio para recordarnos que todavía somos, aunque en menor grado, necesarios para la creación.

Mi nombre es Sergio, soy carpintero, licenciado, basquetbolista y amante de la buena música. Me encantaría compartir con ustedes mis buenas y malas vivencias... entre clavos, maderas y palabras.

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