Gustavo Ayón, el
Jugador Más Valioso del Torneo FIBA Américas fue el segundo mejor anotador con 175 puntos, el segundo mejor reboteador con
92 rebotes, el mejor bloqueador con 14 tapas y el quinto mejor robador o
cortador de balón con 14. Todo un “Titán”. Un portento de jugador que a todas
luces se “devoró” el Premundial de Baloncesto, lo que hace todavía más ilógica
su poca participación en cancha con los Milwaukee Bucks de la NBA en la
temporada pasada.
Gustavo Ayón es
hoy en día un muchacho ejemplo de positivismo y madurez. En este momento tiene
el reconocimiento del mundo entero por haberse puesto sobre sus hombros a la
Selección Mexicana de Baloncesto y llevarla a la gloria máxima en el Torneo más
prestigioso del continente liderando a un grupo de chicos con gran talento y
habilidad pero sobre todo con mucho corazón y humildad.
Pero no todo ha
sido miel sobre hojuelas para Gustavo, todo lo contrario, Ayón ha sido
subestimado en varios de los equipos en los que ha estado y en casi todos ellos
nunca ha llegado como la máxima estrella del equipo pero gracias a su calidad
de juego termina convirtiéndose en el pilar de la institución.
En la LNBP de México no fue una estrella de inmediato, poco a poco y en
base a mucho esfuerzo se ganó su lugar en la quinteta titular de los Halcones
de Xalapa, después fue mejorando considerablemente y para cuando se fue a
España, se despidió siendo la gran figura no solo del equipo sino de toda la
liga. En España no llegó como la máxima figura sino todo lo contrario, lo
mandaron a las filiales y empezó prácticamente desde cero, picando piedra como
decimos. Después, gracias a sus grandes actuaciones lo ascendieron al
Fuenlabrada y terminó siendo la máxima figura y el MVP de toda la liga.
A su llegada a la
NBA comenzó jugando muy bien haciendo dupla con su amigo el venezolano Greivis
Vazquez pero después fue inexplicablemente cambiado a Orlando en donde jugó
poco y estuvo lesionado. Después fue traspasado a Milwaukee lo que fue una
pesadilla para él pues el coach Jim Boylan no le dio la más mínima oportunidad
de mostrar lo que puede hacer en la cancha, esto a pesar de la tremenda
mediocridad de todo el equipo de Milwaukee.
Esta creo fue una
de las etapas más duras en la carrera de Ayón porque nunca hubo una razón
lógica (más que la decisión del coach) para que el nayarita se la pasara en la
banca mientras sus compañeros de equipo cometían error tras error hasta quedar
eliminados.
Como siempre el
“padre tiempo” se encargaría de poner todo en su lugar. La campaña pasada
Gustavo Ayón estaba totalmente desesperado por los escasos minutos en cancha
por lo que no quería saber nada más de la NBA y ya planeaba volver a España
para jugar con el Barcelona uno de los mejores equipos no solo de la ACB sino de toda Europa. Y esto estuvo muy cerca de concretarse pero
justo antes de irse a España fue adquirido por los Halcones de Atlanta en un waiver
claim que es algo así como una “renuncia de Reclamación” o “el
jugador que nadie reclamó”.
Lo
que son las cosas, Jim Boylan dejó de ser el coach de Milwaukee tras la pésima
campaña del equipo y muchos de los jugadores “estrellas” de esa plantilla ya ni
siquiera juegan ahí. El equipo prácticamente fue desarmado y empieza una nueva
etapa de reconstrucción, Gustavo Ayón mientras tanto, es la nueva joya del
baloncesto latinoamericano y su futuro es más que promisorio.
Sobra
decir que los que están
más que contentos con las grandes actuaciones del mexicano en el Premundial son
los Halcones de Atlanta quienes lo siguieron partido a partido durante todo el
evento. Los Atlanta Hawks muestran con
orgullo los grandes logros del mexicano en su página oficial en Internet.
Como ya todos
saben México obtuvo un histórico pase al Mundial de Baloncesto a efectuarse en
España en el 2014 y gran parte de este histórico logro fue gracias a las
actuaciones de Gustavo Ayón. El “Titán”
mexicano demostró con creces que es hoy por hoy uno de los mejores jugadores de
todo el continente a pesar de lo que puedan pensar el coach Jim Boylan y los
Milkwaukee Bucks.
Este muchacho no
le teme a la adversidad o al “poco aprecio” de un coach, ha lidiado con eso
desde sus inicios.
Hoy en día
Gustavo Ayón es un mejor jugador física
y sobre todo mentalmente porque tiene la experiencia de haberse ganado cada uno
de sus minutos en cancha con mucho corazón, con mucho trabajo, mucha disciplina
y sobre todo … mucha humildad.
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